• Ambos agradecieron la oportunidad de contar sus historias en la Revista Contratistas Forestales como motosierristas trepadores, una labor clave para la seguridad de las comunidades.

Con una mezcla de humildad, alegría y orgullo, Miguel Bustos y Eric Torres, motosierristas trepadores de Forestal Antilemu, celebran ser reconocidos públicamente en la Revista Contratistas Forestales de la Acoforag por una labor que, aunque poco visible para muchos, es esencial para la seguridad de las comunidades y el manejo responsable de los bosques.

Ambos fueron destacados en la revista por ser rostros que acumulan años de experiencia en una labor que requiere precisión, coraje y compromiso con la seguridad, como es el trabajo de volteo de árboles bajo condiciones de mucho cuidado con ellos mismos, el entorno y el equipo del que forman parte.

Ambos compartieron la pasión por un trabajo único, donde cada árbol representa un nuevo desafío y una oportunidad para crecer.

Dominio de un oficio

«Estoy orgulloso del trabajo que hago», afirma con emoción Miguel Bustos, integrante del team S-50, quien se mostró contento de aparecer en el citado medio porque ha dedicado buena parte de su vida a dominar un oficio que no solo requiere fuerza y precisión, sino también experiencia, compromiso y conciencia del riesgo. Su testimonio revela la importancia de que este tipo de labores, usualmente ignoradas, sean finalmente puestas en valor en medios especializados del sector forestal.

«Es un trabajo prácticamente excepcional», dice Miguel, destacando que trepar con motosierra es una especialidad que se aprende con años de práctica y cuidado extremo. Desde conocer cada detalle técnico de la motosierra hasta aplicar protocolos de seguridad tanto en tierra como en las copas de los árboles, la formación es larga y rigurosa. “Uno lo enseña en el camino”, asegura, subrayando el carácter artesanal del aprendizaje.

Miguel Bustos.

Trabajo en equipo

Por su parte, Eric Torres, miembro del team S-30, también se muestra feliz con el reconocimiento: “Estoy orgulloso, porque son cosas complicadas que han salido bien”. Para él, lo más importante es el trabajo en equipo. “Todos llevamos tiempo trabajando juntos, ya sabemos nuestros puestos. No hay que andar diciendo qué hacer, todos lo sabemos”, comenta con firmeza.

Ambos trabajadores no solo dominan una técnica exigente, sino que lo hacen conscientes del impacto de su trabajo: retirar árboles en riesgo cerca de colegios, caminos o líneas eléctricas es una tarea que protege a comunidades enteras. “Nos preparamos para eso: para quitar todos los riesgos”, cuenta Miguel, recordando faenas recientes en zonas habitadas.

Eric complementa la idea con una reflexión que habla del lazo entre compañeros: “Ya hay un cariño entre nosotros. Sería triste que le pase algo a uno, quedaríamos todos mal”. Ese espíritu solidario es también parte del valor humano que Forestal Antilemu reconoce al permitir que historias como la de ellos sean visibilizadas y celebradas.

Eric Torres.

En un rubro donde muchas veces el reconocimiento se concentra en las cifras o la tecnología, es gratificante –y justo– que también se destaque el rostro humano de quienes hacen posible que el trabajo forestal se realice con seguridad, precisión y pasión. Porque como ellos lo demuestran, no es solo cortar árboles: es cuidar vidas, proteger entornos y, sobre todo, dignificar un oficio con raíces profundas y ramas que llegan muy alto.

Les invitamos a ver la nota en el siguiente link de la Revista Contratistas Forestales: https://revista.acoforag.cl/books/xjbb/#p=39